El productor de Halloween, Jason Blum, confiesa que llama “a diario” para conseguir los derechos de las sagas de Pesadilla en Elm Street y Viernes 13
Las ballenas blancas de Blumhouse
El propio Blum describió a Pesadilla en Elm Street y Viernes 13 como sus “white whales” —sus “ballenas blancas”, en referencia a la obsesión de Moby Dick. Y no es para menos: ambas franquicias llevan más de quince años sin una nueva entrega, atrapadas en líos legales y derechos repartidos entre estudios.
Mientras Halloween logró su resurrección de la mano de David Gordon Green con más de 500 millones de dólares recaudados a nivel mundial, Freddy y Jason siguen en el limbo. Ni New Line Cinema ni Platinum Dunes han movido ficha, pese al interés constante de Blumhouse.
El gran sueño del director
Y razón no le falta. Englund, el eterno rostro tras el guante de cuchillas, ha dejado claro en varias ocasiones que no volverá a interpretar al asesino de los sueños, aunque se muestra abierto a un cameo o papel secundario. Sin él, reinventar Pesadilla en Elm Street requeriría un nuevo enfoque, quizás más psicológico o centrado en la mitología del personaje.
En plena racha y con el ojo en el futuro del terror
El estudio viene de una etapa fría en taquilla, pero Blum confía en que este final de año cambie las cosas. En apenas semanas se estrenará Black Phone 2, secuela del exitoso filme de 2022 con Ethan Hawke, y todo apunta a que será “más oscura y más efectiva” que la primera.
Después, en diciembre, llega Five Nights at Freddy’s 2, una de las secuelas más esperadas del terror comercial, tras los 291 millones que recaudó la primera parte. Si ambos proyectos funcionan, Blumhouse podría recuperar su trono en el género, justo cuando los fans más veteranos claman por el regreso de los clásicos ochenteros.
La oportunidad perdida de Jason Universe
Muchos fans consideran que dejar pasar a Blumhouse sería un error, ya que pocos productores han demostrado tanta pasión por las sagas de terror clásicas. Su versión moderna de Halloween no solo funcionó en taquilla, sino que reconectó con el público nostálgico sin perder frescura.
Un reto más difícil pero irresistible
En cambio, Freddy Krueger es una historia más complicada. El universo de Elm Street requiere un tono visual y narrativo mucho más surrealista, y un nuevo actor debería estar a la altura de la leyenda. Blum, sin embargo, parece dispuesto a arriesgar: “Si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará. Pero voy a seguir intentándolo cada día”.
Algunos rumores apuntan a que Blumhouse ya habría tanteado ideas para un reboot psicológico, más cercano al terror de The Black Phone o Get Out, centrando la historia en cómo el miedo se hereda de generación en generación.
El regreso de los monstruos que nunca mueren
Blumhouse ya demostró que puede hacer renacer leyendas. La pregunta es: ¿cuánto tiempo más podrán resistirse Krueger y Voorhees a volver de la tumba?


