James Cameron, director de Titanic y Avatar, estuvo a punto de liderar el musical más esperado, pero algo se lo impidió
Durante una charla en el pódcast The Town con Matthew Belloni, James Cameron sorprendió a propios y extraños al confesar que estuvo muy cerca de dirigir Wicked, mucho antes de que Jon M. Chu se pusiera al mando del proyecto. Según sus palabras, llegó a reunirse con Universal Pictures hace unos 15 años, cuando el proyecto aún estaba en pañales. La razón por la que no siguió adelante es tan inesperada como simple: “No encontré la canción”.
“Me encanta la historia, El mago de Oz es una de mis películas favoritas”, confesó Cameron. “Pero simplemente no pude conectar con la música, y sin eso, no podía dirigirla”.
James Cameron y su relación pendiente con el cine musical
Aunque es más conocido por sus blockbusters monumentales como Titanic y Avatar, Cameron aún no ha dirigido un musical, pese a tener un enorme respeto por el género. De hecho, no dudó en mencionar que El mago de Oz, una cinta musical clásica, es su película favorita de todos los tiempos. Sin embargo, su visión más enfocada en la ciencia ficción, los efectos especiales y los mundos épicos le ha mantenido alejado del canto y el baile en pantalla, al menos por ahora.
Y no es porque no lo haya intentado: Wicked no fue el único intento fallido de adaptación del famoso musical de Broadway. Desde que Gregory Maguire publicó su novela en 1995, y tras el estreno de la obra teatral en 2003, Hollywood ha intentado llevarla al cine en múltiples ocasiones y con varios nombres potentes vinculados.
Un historial de intentos fallidos y nombres famosos
En estos 20 años de idas y venidas, la lista de actores y directores que estuvieron en conversaciones para participar en Wicked parece sacada de una gala de los Oscar. Whoopi Goldberg, Salma Hayek, Nicole Kidman, Emma Thompson, Michelle Pfeiffer, e incluso Lady Gaga llegaron a estar relacionadas con el proyecto. Y en cuanto a la dirección, se barajaron nombres como J.J. Abrams, Ryan Murphy, James Mangold y Rob Marshall.
Sin embargo, fue finalmente Jon M. Chu quien tomó las riendas, tras haber demostrado su habilidad con los musicales en In the Heights. A juzgar por los resultados, la apuesta fue acertada: la primera entrega de Wicked ha recaudado 756 millones de dólares en taquilla, y su secuela, Wicked: For Good, ya ha tenido un debut global de 226 millones de dólares en su primer fin de semana.
Qué habría hecho Cameron con Wicked
La gran incógnita es qué tipo de adaptación habría hecho Cameron. Con su experiencia en la creación de mundos como Pandora, es fácil imaginar una versión visualmente apabullante de Oz, donde la magia se sintiera tan tangible como los bosques de Avatar o las profundidades de Titanic. Pero también habría sido un gran salto creativo, pues hubiera sido su primer musical, un género que, aunque admira, nunca ha abordado como director.

Actualmente, Cameron está demasiado ocupado para plantearse una incursión en los musicales. Entre los nuevos capítulos de Avatar, un posible Terminator 7 (sí, otro más) y una adaptación de Last Train from Hiroshima —centrada en la historia de un superviviente de las bombas atómicas—, tiene la agenda más apretada que un estreno de Marvel en diciembre.
Una oportunidad perdida (¿o pospuesta?)
Aunque Wicked ya ha encontrado su camino con éxito, la puerta no está cerrada del todo. Cameron dejó caer que aún podría interesarse por dirigir un musical en el futuro. ¿Veremos algún día una ópera espacial cantada al estilo Cameron? Conociendo su obsesión por la innovación y los retos, no sería tan descabellado.


