El debut de la nueva película en Rotten Tomatoes ha dejado a los fans fríos… pero sigue siendo visualmente espectacular
La saga que revolucionó el cine en 2009 con sus efectos visuales ahora tropieza en crítica con su tercera entrega. Avatar: Fire and Ash, dirigida nuevamente por James Cameron, ha llegado con muchas expectativas… y una acogida más bien tibia por parte de la crítica. Aunque aún no hay puntuación oficial del público, el veredicto profesional deja bastante que desear para una producción de este calibre.
Con un 68% de aprobación en Rotten Tomatoes tras 88 críticas, es el peor arranque en la historia de la franquicia. Para ponerlo en perspectiva: la Avatar original de 2009 obtuvo un 81% y The Way of Water de 2022 se mantuvo con un 76%. Esta tercera parte no solo baja el listón en puntuación, sino que ha recibido comentarios bastante duros sobre su falta de innovación narrativa y su excesiva duración.
Críticas divididas para una saga que no quiere acabar
Robbie Collin, del Telegraph, no se ha cortado: dice que Fire and Ash parece indicar que Cameron “está atascado en un callejón sin salida creativo”, y que visualmente se asemeja a “purpurina echada en una pecera”. Toma ya.
Tessa Smith, de Mama’s Geeky, coincide: “Es una maravilla técnica, sí, pero no hay mucho más”. La acusa de ser “demasiado larga, repetitiva y carente de ideas nuevas”. La crítica se repite: espectacular por fuera, vacía por dentro.
Richard Whittaker, del Austin Chronicle, rescata una lectura más amable. Señala que, aunque parece cerrar una trilogía, la cinta sigue actuando como un puente hacia algo más grande, con temas como los mesías rivales y los destinos entrelazados de Jake, Kiri y Spider aún sin resolverse del todo.
Y para más inri, Sean O’Connell de CBR apunta que Fire and Ash recicla buena parte de los conflictos ya vistos en las dos películas anteriores, lo que le resta frescura. Y aunque admite que “siempre es un placer verla por su estética”, eso ya no es suficiente.
¿El mayor problema? El tiempo entre estrenos. Mientras que la secuela de 2022 se sintió fresca tras 13 años de espera, esta nueva entrega llega tan pronto que no da respiro… y el efecto wow se ha diluido. No hay suficientes novedades visuales para compensar una historia que suena a déjà vu.
¿Se tambalea el futuro de la saga Avatar?
La intención de Cameron era clara: crear una saga épica de cinco películas. Pero a pesar del éxito colosal en taquilla de las dos primeras (la original sigue siendo la más taquillera de la historia con 2.920 millones de dólares, y The Way of Water ocupa el tercer puesto con 2.340 millones), la situación ha cambiado.
“La industria ya no es la misma”, ha declarado el director. Y lo cierto es que ni la cuarta ni la quinta película han comenzado a rodarse. Todo dependerá del rendimiento en taquilla de esta tercera entrega.
Cameron lo resume así: “Puedes llamarlo franquicia si quieres. Yo prefiero decir saga. Pero solo es tan buena como lo bien que funcione”. Y sí, parece que Avatar: Fire and Ash va a tener que sudar mucho para estar a la altura.
Un universo que necesita más que solo efectos especiales
La saga Avatar ha vivido de su músculo visual y su ambición técnica. Pero ya no basta con que sea “bonita”. El público y la crítica están pidiendo algo más que postales digitales en 3D, y si las siguientes entregas no dan un giro real en lo narrativo, la montaña de Pandora puede desmoronarse.
Por ahora, los fans podrán decidir por sí mismos cuando Avatar: Fire and Ash llegue a los cines el 19 de diciembre. ¿Será un tropiezo pasajero o el principio del fin?
