El proyecto de Lionsgate se tambalea mientras la franquicia de Naruto parece quedarse en pausa
La idea de ver a Naruto Uzumaki lanzando un Rasengan en acción real parecía una fantasía a punto de hacerse realidad. Tras el éxito de One Piece en Netflix, muchos pensaron que por fin el live-action de Naruto saldría del limbo. Pero el último giro de los acontecimientos apunta justo en la dirección contraria.
Tasha Huo, guionista de la próxima Naruto junto a Destin Daniel Cretton, ha soltado una frase que ha hecho temblar a medio fandom: “Ojalá supiera algo. Yo también estoy deseando verlo.” Con esa respuesta, corta y sin fecha alguna, la escritora ha dejado claro que el proyecto no solo no ha avanzado, sino que probablemente ni haya arrancado de verdad.
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Lionsgate sigue siendo la encargada de este ambicioso proyecto, con Cretton —conocido por Shang-Chi y Spider-Man: Brand New Day— al timón. Todo parecía ir bien, sobre todo al saberse que trabajaría codo a codo con Huo, guionista de la serie animada de Tomb Raider que prepara Netflix. Pero la falta total de novedades apunta a un desarrollo lento… muy lento.
Y lo cierto es que no es la primera vez que el live-action de Naruto se atasca. Desde hace años ha habido rumores, ideas y promesas, pero nada se ha materializado. Mientras tanto, otras franquicias como One Piece o incluso Avatar: The Last Airbender han avanzado a toda velocidad.
El anime también está en pausa, con Boruto detenido desde hace meses y sin fecha oficial de regreso. Studio Pierrot, encargado de la animación original, tiene las manos ocupadas con Bleach: Thousand-Year Blood War y el regreso de Black Clover, así que no parece que vuelva a centrarse pronto en Konoha.
Por si fuera poco, la nueva etapa del manga, Boruto: Two Blue Vortex, ha cambiado por completo las reglas del juego, con nuevos poderes, rediseños y un salto temporal que dejaría descolocados a quienes solo siguen el anime. Si algún día vuelve, lo hará con un universo muy distinto.

Ni anime, ni película, ni noticias. Así está ahora el universo de Naruto. Solo los mangas siguen publicándose, mientras los fans miran con cara de póker las noticias sobre una adaptación que no termina de arrancar. El vacío de información ha generado más desilusión que hype, y la paciencia de muchos se está agotando.
Cabe recordar que, aunque el anime principal ha estado congelado, en Japón han surgido varias adaptaciones teatrales. Sí, Naruto ha tenido versiones en vivo sobre el escenario, cubriendo tanto la serie clásica como Shippuden, con coreografías de combate que, sorprendentemente, han sido bien recibidas. Pero claro, no es lo mismo que una superproducción de Hollywood con efectos a lo Marvel.
A estas alturas, la película live-action de Naruto parece más un mito que un proyecto real. Su desarrollo va tan lento que ni sus propios guionistas saben cuándo pasará algo. Y si nos fiamos de la historia reciente de adaptaciones de anime, podríamos estar hablando de años.

Por ahora, el sueño de ver una batalla entre Naruto y Sasuke en carne y hueso sigue siendo eso: un sueño. Y aunque el fandom ha demostrado ser de los más pacientes y leales, incluso los más devotos empiezan a preguntarse si Lionsgate está realmente comprometida con el proyecto o si solo están jugando con las expectativas. Porque, siendo sinceros, ya no basta con confirmar nombres si no hay un solo fotograma que llevarse a la boca.
Aun así, mientras haya ninjas en el corazón de los fans, la esperanza no muere del todo. Quizá el estudio esté esperando el momento perfecto, o tal vez alguien con más energía y visión decida coger el timón. Sea como sea, el mundo shinobi merece un regreso a lo grande… y no otro “jutsu de desaparición” como el que estamos viviendo ahora.
Los fans solo pueden esperar… otra vez. Tal vez 2026 nos dé una sorpresa, aunque con tantos frentes abiertos, lo más probable es que Konoha siga en modo silencio.


