Marvel lleva a Spider-Man al límite moral absoluto en una realidad alternativa sin salida
Una historia demasiado oscura
Lo más inquietante es que Marvel consigue que el lector entienda —aunque no comparta— la decisión. Porque esta vez, Peter no se enfrenta a un villano clásico, sino a la persona que más ha marcado su vida… convertida en algo que jamás quiso ser.
Spider-Man mata a la tía May en una realidad donde no hay finales felices
La historia está escrita por Joe Kelly y cuenta con el dibujo contundente de Kev Walker, y se sitúa en la línea temporal conocida como Age of Revelation. Un futuro alternativo donde el X-Virus ha arrasado con la humanidad, matando a millones y provocando mutaciones incontrolables en los supervivientes.
Pero Peter esconde un secreto desde hace diez años. Uno que jamás se ha atrevido a contar.
La tía May también mutó
Su transformación es especialmente cruel: cuando siente miedo o confusión, se convierte en una criatura monstruosa que devora personas. Consciente de que May jamás soportaría vivir sabiendo eso, Peter la mantiene oculta, aislada del mundo y constantemente calmada, mientras busca una cura que nunca llega.
El frágil equilibrio se rompe cuando May ve a Peter sin máscara, vestido como Spider-Man. El shock desencadena su transformación, pierde el control y huye, convirtiéndose en una amenaza real para la ciudad.
Por qué Peter Parker toma la decisión más dura de su vida
Sí, Spider-Man mata a la tía May. Y lo hace sabiendo perfectamente lo que implica.
Peter justifica su decisión por dos razones clave:
- La tía May jamás habría querido vivir siendo responsable de la muerte de inocentes.
- Su testamento vital incluía una orden de no reanimación, y Peter interpreta que esta situación extrema entra dentro de esa voluntad.
El golpe emocional final llega cuando, instantes antes de morir, May recupera su forma humana. Lo justo para agradecerle a Peter lo que ha hecho, por liberarla y evitarle seguir viviendo como un monstruo. Un momento breve, íntimo y demoledor que deja a Spider-Man completamente roto por dentro.
No hay alivio, no hay victoria. Solo culpa y silencio.
Un Spider-Man sin red, sin familia y sin consuelo
Radioactive Spider-Man no busca el impacto fácil. Plantea una pregunta incómoda: ¿qué ocurre cuando incluso el héroe más moral se queda sin opciones? Este Peter Parker no mata por rabia ni por egoísmo, sino por amor. Y eso hace que la herida sea todavía más profunda.
Porque salvar el mundo, esta vez, significaba perderlo todo.
Radioactive Spider-Man #3 ya está disponible en tiendas especializadas, y deja claro que incluso en universos alternativos, el precio de ser Spider-Man siempre es demasiado alto.


