Con un presupuesto sorprendentemente modesto, Blade intentará desafiar las expectativas de Marvel
En un giro inesperado que ha desconcertado a los fans, la esperada renovación de Blade en el Universo Cinematográfico de Marvel ha tenido que apretarse el cinturón de manera sorpresiva. La imagen de Mahershala Ali, que ha poblado los sueños de muchos desde que se anunció como el nuevo rostro del cazavampiros, ahora se ve empañada por un halo de incertidumbre presupuestaria.
Imaginemos por un momento que estamos en 2008. Iron Man acaba de marcar el inicio del MCU con un presupuesto de 186 millones de dólares, y desde entonces, ningún proyecto de Marvel ha bajado de esa cifra… hasta ahora. Blade se perfila para cambiar la historia, avanzando con menos de 100 millones en su cartera, una cantidad que haría levantar las cejas de Tony Stark. Aunque aún no podemos confirmar si esta reducción afectará la profundidad o el filo de la narrativa, lo que está claro es que será un enfoque diferente para un proyecto de Marvel.
¿La economía será el talón de Aquiles de Blade?
Los films del MCU son conocidos por sus efectos especiales que dejan boquiabierto al público y sus cameos de superhéroes que causan alboroto en las salas de cine. Sin embargo, Blade está destinado a convertirse en una obra más “terrenal”, donde posiblemente se aprecie una narrativa más centrada y unos efectos más sutiles. La llegada del guionista de Logan, Michael Green, al equipo de Blade es una luz de esperanza, ya que su trabajo anterior también se manejó con un presupuesto ajustado, demostrando que la calidad no siempre es directamente proporcional a los millones gastados.
El camino hasta aquí
El reinicio de Blade ha sido una montaña rusa desde su anuncio en 2019. Escritores y directores han entrado y salido como en un baile de máscaras, y hasta se rumoreó que Mahershala Ali podría abandonar la nave debido a su frustración con el guion. Los problemas detrás de las cámaras han resultado en que el estreno, originalmente planeado para 2023, ahora tenga que esperar hasta el día de San Valentín de 2025.
La pregunta que queda flotando en el aire es: ¿será este Blade una nueva joya en la corona de Marvel o una muestra de que incluso los titanes de la industria pueden flaquear? La respuesta aún está en el aire, pero lo que es seguro es que los fans estarán allí para averiguarlo, listos para sumergirse una vez más en la oscura y peligrosa caza de vampiros que promete esta nueva entrega. ¿El resultado? Solo el tiempo, y tal vez el afilado filo de la espada de Blade, lo dirá.
Blade, una apuesta arriesgada que redefine los límites
Desde su aparición en los cómics de Tomb of Dracula en 1973, Blade se ha consolidado como uno de los cazadores de vampiros más icónicos del universo Marvel. Con un legado que trasciende generaciones, la responsabilidad de llevar a este personaje nuevamente a la gran pantalla es monumental. Mahershala Ali, ganador de dos premios Oscar, asume el reto sabiendo que la esencia del héroe no reside en la magnificencia de sus efectos especiales, sino en la profundidad de su historia y la complejidad de su lucha interna.
En un mundo saturado de superproducciones, este enfoque presupuestario puede ser una estrategia para ofrecer algo diferente. Blade no se trata solo de luchar contra monstruos; es una batalla contra su propia naturaleza. Quizás, en este entorno de recursos limitados, se pueda explorar más a fondo la dualidad del personaje, acentuando el drama y la tensión que siempre han sido centrales en su mitología. La verdadera pregunta es si los fans están listos para una versión que se atreva a cortar más allá de la piel, llegando al alma del héroe.