La estructura de monetización adoptada recientemente ha provocado un amplio debate. Con tarjetas de valor incierto y barreras de pago cada vez más evidentes, la frustración de la comunidad es palpable. “No hay suficientes cartas nuevas, ni siquiera las suficientemente buenas. Los jugadores nuevos o que regresan siempre estarán irremediablemente rezagados”, comentó el conocido streamer RegisKillbin, reflejando una preocupación mayor sobre la equidad y el balance dentro del juego.
El malestar no se limita a comentarios aislados. Las respuestas a la publicación original del anuncio en la cuenta de Snap X se han convertido en un verdadero campo de batalla de opiniones y críticas, donde se destaca un descontento generalizado con las políticas del desarrollador. “Wow… simplemente wow. Esto realmente muestra cuán desconectados están en Second Dinner de la base de jugadores”, comentó otro usuario decepcionado.
La actualización más reciente pone de manifiesto este desafío, proponiendo un modelo que podría desincentivar a nuevos jugadores debido a su complejidad y coste. Este enfoque contrasta con juegos como Hearthstone o Gwent, donde las estrategias de monetización han buscado equilibrar la accesibilidad con beneficios, manteniendo una comunidad activa y satisfecha.
Ante la polémica, la postura de Second Dinner ha sido, hasta ahora, poco convincente. A pesar de las promesas hechas a medios como Dot Esports de que “estarán en contacto si hay alguna respuesta”, la comunidad sigue esperando un cambio significativo que reequilibre la balanza entre rentabilidad y disfrute del juego.