Thunderbolts apunta a un desastre en taquilla pese a sus buenas críticas

Aunque tiene las mejores valoraciones de Marvel desde Spider-Man: No Way Home, Thunderbolts podría ser un auténtico fracaso financiero

Ni con Bucky, ni con Yelena ni con Red Guardian ha sido suficiente. Thunderbolts prometía ser una de las apuestas más atrevidas de Marvel Studios en los últimos años, pero todo apunta a que se quedará como un dolor de cabeza contable para Disney. Con apenas 369,9 millones de dólares recaudados en taquilla mundial, la película se queda muy por debajo de los 500 millones que necesitaba para alcanzar el punto de equilibrio, según estimaciones de la industria. Y lo más doloroso es que la crítica la ha recibido con los brazos abiertos. Con un 88% de puntuación en Rotten Tomatoes, es el título de Marvel mejor valorado desde Spider-Man: No Way Home (93%).

Entre el aplauso y el abismo financiero

¿Qué ha fallado entonces? Si repasamos el reparto, encontramos nombres con tirón de sobra: Sebastian Stan como Bucky Barnes, Florence Pugh como Yelena, David Harbour repitiendo como Red Guardian, y el regreso de personajes menos conocidos como Taskmaster, Ghost o John Walker, liderados por Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus).

La fórmula parecía clara: un equipo de inadaptados al estilo Suicide Squad, pero dentro del universo Marvel. Sin embargo, la baja frecuencia en salas y la competencia feroz de otros estrenos parece haber lastrado sus posibilidades de remontar. Algunos analistas ya la colocan como la segunda película menos rentable del UCM, solo por delante de The Marvels, que se quedó en unos pobres 205 millones.

Captain America: Brave New World, otro de los recientes estrenos, logró al menos superar los 415 millones, aunque sin romper récords. Thunderbolts, en cambio, puede acabar su andadura sin siquiera cruzar los 400 millones.

El público se aleja de los antihéroes… ¿o del UCM?

Aunque el equipo de Thunderbolts venía a ocupar ese espacio entre la heroicidad clásica y la oscuridad moral de los villanos reformados, la propuesta no ha calado entre los fans, o al menos no lo suficiente como para arrastrar masas a las salas. La saturación de contenido Marvel y el desgaste del modelo parecen pasar factura.

Y eso que no es por falta de talento: la película ha sido aplaudida por su tono más maduro, su acción medida y su enfoque centrado en las relaciones entre personajes. Pero ni siquiera eso ha podido evitar el descalabro económico.

El futuro inmediato

A todo esto, el futuro del UCM ya mira hacia otra dirección. The Fantastic Four: First Steps será el siguiente gran estreno, y la expectación es altísima. Pedro Pascal como Reed Richards, Vanessa Kirby como Sue Storm, Joseph Quinn como Johnny Storm y Ebon Moss-Bachrach como Ben Grimm son el nuevo rostro de la Primera Familia de Marvel.

Y, por si fuera poco, el debut de Doctor Doom en el UCM está cada vez más cerca. Un villano tan emblemático promete devolver la épica al universo cinematográfico que, desde Endgame, parece caminar a trompicones.

El peso del legado del Soldado de Invierno

Aunque Thunderbolts cuenta con varios personajes conocidos, Bucky Barnes es el que más atención ha generado entre los fans. El personaje de Sebastian Stan, que pasó de ser el letal Soldado de Invierno a uno de los antihéroes más complejos del UCM, ha sido durante años un favorito del público. Sin embargo, su liderazgo en este equipo no ha sido suficiente para atraer al gran público a las salas. El tono más introspectivo del personaje y su evolución emocional en esta cinta, aunque bien ejecutado, puede haber resultado menos impactante para una audiencia que esperaba más espectacularidad.

En comparación con otros líderes de grupo en el UCM como Steve Rogers o Tony Stark, Bucky representa una figura más contenida, marcada por su pasado y el trauma. Aunque eso ofrece profundidad dramática, también puede haber jugado en contra en un contexto donde el espectador busca evasión más que reflexión.

Un repaso rápido a los Thunderbolts en los cómics nos recuerda que el grupo nació como una tapadera de villanos disfrazados de héroes, aunque con el tiempo evolucionó hacia algo más complejo, combinando traiciones, redenciones y una buena dosis de caos. La película respeta parte de esa esencia, pero quizá le faltó ese golpe emocional que hiciera conectar con el gran público. La esperanza es que Marvel sepa ajustar el rumbo. Porque si ni una cinta con buena crítica logra salvarse, el problema no es el contenido… es el modelo.