Los veteranos de Mi vecino Totoro y El castillo ambulante regresan con una sorpresa inesperada
Hay noticias que hacen que cualquier amante del anime se frote los ojos de la emoción. Dos de los nombres que dieron vida a clásicos de Studio Ghibli se han unido para un proyecto llamado Ashita no Arika que, aunque no sale de la propia factoría de Miyazaki, respira su esencia desde el primer fotograma. Se trata de un largometraje de 55 minutos producido por Trash Studio y creado en colaboración con Kobelco, la gran empresa siderúrgica de Kobe que celebra su 120 aniversario.
Lo interesante de esta historia no es solo el regreso de dos talentos legendarios, sino también el modo en que el anime se convierte en vehículo para narrar la historia de una compañía centenaria. En lugar de un documental corporativo clásico, tendremos un relato cargado de fantasía, viajes en el tiempo y emoción, como solo el anime japonés sabe hacer.
Ashita no Arika, el nuevo anime con alma de Ghibli
Detrás del proyecto encontramos a Akihiko Yamashita, animador clave en películas como El castillo ambulante o El viaje de Chihiro, quien se encarga de los storyboards y el guion; y a Yoshiharu Sato, diseñador de personajes y director de animación que dejó su huella en títulos inolvidables como Mi vecino Totoro, Kiki’s Delivery Service y Porco Rosso. A ellos se suma Yoichiro Kugimiya, fundador de Trash Studio, que trabaja como productor de animación.
El filme contará la historia de Kino Asumi y Torasuke, dos personajes que viajan a través del tiempo para presenciar los momentos más decisivos de Kobelco. La trama, según adelanta su tráiler, nos llevará desde los primeros pasos de la empresa hasta el Gran Terremoto de Hanshin de 1995, que destruyó parte de su sede y obligó a reinventarse como algo más que un simple fabricante de acero.
La herencia Ghibli en un estudio joven
Aunque Trash Studio aún no es un nombre tan reconocido, su estilo visual es fácilmente identificable para quienes crecieron con los mundos de Ghibli. De hecho, su trabajo más reciente fue el tráiler animado del videojuego The Wandering Village, cuya estética recordaba a Nausicaä del Valle del Viento. Ese toque de paisajes deslumbrantes, personajes enmascarados y una narrativa poética es justo lo que los fans esperan encontrar en Ashita no Arika.
El filme, lejos de ser un simple homenaje, supone una oportunidad para comprobar cómo los veteranos de Ghibli aplican su talento en un nuevo contexto, apoyando a un estudio emergente que parece decidido a mantener vivo el legado visual y narrativo de la animación japonesa más influyente.
Un estreno con mensaje generacional
Lo que hace aún más especial a esta producción es su objetivo. No se trata únicamente de contar la historia de una empresa: Ashita no Arika quiere transmitir a las nuevas generaciones la importancia de resistir, adaptarse y superar dificultades. La sinopsis lo resume con una frase que podría firmar cualquier maestro de la animación: “Dos personas que nunca debieron conocerse se encuentran después de 120 años. Cuando los sentimientos se cruzan, un nuevo futuro comienza a moverse”.
El estreno está programado para el 2 de septiembre de 2025, directamente en la web oficial de Kobelco. Un lanzamiento peculiar, pensado más para la memoria cultural de la empresa que para la taquilla, pero que sin duda atraerá a miles de curiosos y amantes del anime alrededor del mundo.
Ghibli, un eco eterno
Lo fascinante es ver cómo nombres que estuvieron detrás de El viaje de Chihiro, Totoro o Porco Rosso siguen inspirando proyectos en los que la fantasía se mezcla con la historia real. Aun cuando no se trata de un film de Studio Ghibli, su espíritu late en cada detalle: desde la expresividad de los personajes hasta los mundos dibujados con una sensibilidad que solo quienes pasaron por el estudio de Miyazaki saben plasmar.
Para los fans, Ashita no Arika puede ser una excusa perfecta para revivir la magia de Ghibli mientras descubrimos cómo la animación japonesa también puede servir como cápsula del tiempo, uniendo el pasado, el presente y el futuro de una ciudad y de una empresa que han resistido catástrofes y cambios de época.


