El fenómeno del anime sigue imparable y amenaza incluso a Disney en taquilla
Cuando parecía que Demon Slayer: Mugen Train sería un récord imposible de repetir, Infinity Castle ha vuelto a reventar las cifras en Japón. El nuevo filme de la saga creada por Koyoharu Gotouge se estrenó el pasado 18 de julio y en pocas semanas ya se ha convertido en la cuarta película más taquillera de la historia del país, solo por detrás de Frozen, Titanic y, por supuesto, la imbatible Mugen Train.
Con más de 25.780 millones de yenes recaudados, Infinity Castle también se coloca como la tercera cinta japonesa más taquillera en su propio mercado, situándose entre El viaje de Chihiro y Your Name. La pregunta ahora es clara: ¿conseguirá alcanzar los 40.750 millones de yenes de Mugen Train?
Demon Slayer: Infinity Castle
El hype no se queda solo en Japón. El filme ya es la 15ª película más taquillera del mundo en 2025, con cifras que superan a títulos de Hollywood como Weapons. Y lo más jugoso está por venir: el estreno internacional está previsto para el 12 de septiembre, fecha en la que se espera que la taquilla global suba como la espuma y ponga en aprietos a las superproducciones occidentales.
Un rival inesperado para Disney
En este pulso de cifras, Infinity Castle está a punto de superar a la polémica Blancanieves de Disney. La cinta de acción real protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot recaudó 205 millones de dólares en todo el mundo, quedándose muy lejos de cubrir su presupuesto de 250 millones. Mientras tanto, la adaptación del arco final de Kimetsu no Yaiba se encuentra a apenas 4 millones de superar esa marca, y lo hará antes incluso de su lanzamiento en Occidente.
La caída de Blancanieves no solo evidenció el desgaste del modelo live-action de Disney, sino que también llevó a la compañía a poner en pausa proyectos como el remake de Enredados. En cambio, el anime japonés demuestra que con buenas historias, personajes sólidos y un fandom apasionado se pueden lograr cifras astronómicas sin necesidad de un presupuesto desorbitado.
Un desenlace a lo grande
Infinity Castle adapta la primera parte del arco final del manga, con la batalla decisiva entre el Cuerpo de Exterminio de Demonios y Muzan Kibutsuji. La épica se siente en cada fotograma y no es casualidad que Haruo Sotozaki y Hikaru Kondo repitan al frente de la dirección. Además del elenco habitual de voces, la versión inglesa contará con cameos sorprendentes como Channing Tatum y Rebecca Wang.
Lo interesante de esta jugada es que el filme deja el terreno preparado para una conclusión aún mayor, lo que mantiene a los fans en vilo esperando la segunda parte. Si algo caracteriza a Kimetsu no Yaiba es su capacidad para enganchar tanto a los seguidores veteranos como a quienes llegan atraídos por el boca a boca.
El legado de Kimetsu no Yaiba
No hay que olvidar que Mugen Train sigue siendo la película japonesa más taquillera de la historia, con un total de 469 millones de dólares en la taquilla mundial. Esa es la cifra que Infinity Castle aspira a superar, aunque la tarea no será fácil. Lo cierto es que, al ritmo actual, tiene todo lo necesario para situarse como uno de los fenómenos culturales más grandes del anime en la última década.
En este punto, la saga de Kimetsu no Yaiba ya no solo se mide en términos de éxito económico. Se ha convertido en un fenómeno transgeneracional que rivaliza con clásicos como Dragon Ball o One Piece. El estreno global de septiembre podría marcar un antes y un después, consolidando el anime como una de las fuerzas narrativas más influyentes del entretenimiento actual.


