El director de Seven y El club de la lucha tenía una idea para continuar la saga, pero su visión no encajó con los planes de Lucasfilm
Durante años, los fans de Star Wars han soñado con ver a David Fincher en una galaxia muy, muy lejana. El cineasta, conocido por su meticulosa dirección y su tono oscuro, estuvo a punto de dirigir El ascenso de Skywalker antes de que J.J. Abrams regresara al mando. Pero lo más sorprendente es que, según el medio The InSneider, Fincher llegó a proponer una secuela directa del Episodio IX… y Lucasfilm la rechazó.
Al parecer, Fincher presentó su idea tras el estreno de la cinta en 2019, buscando darle continuidad a la historia tras la derrota del Emperador Palpatine. Sin embargo, las negociaciones se vinieron abajo cuando Lucasfilm se negó a concederle el control total del montaje final, una condición que el director consideraba indispensable.

David Fincher y su relación con Star Wars
Antes de convertirse en uno de los realizadores más respetados de Hollywood, Fincher comenzó su carrera en Lucasfilm. Trabajó como ayudante de cámara en El retorno del Jedi, experiencia que le marcó y lo conectó con el universo galáctico desde sus inicios. Además, mantiene una relación profesional con Kathleen Kennedy, presidenta actual de Lucasfilm, quien produjo El curioso caso de Benjamin Button.
Pese a estos lazos, la compañía prefirió mantener el control creativo. En la práctica, esto no sorprende: Fincher es famoso por su obsesión con el detalle y su deseo de tener la última palabra en sus películas, algo que ha chocado con estudios como 20th Century Fox en el pasado o la eterna lucha con Netflix para continuar Mindhunter.
El director ya había estado en conversaciones años atrás para dirigir El despertar de la Fuerza, pero rechazó la oferta por considerar que el tono familiar de la saga no encajaba con su visión más adulta y psicológica del relato.
Una galaxia de proyectos rechazados
Fincher no es el único nombre ilustre al que Lucasfilm ha dicho “no”. Según el mismo informe, Steven Soderbergh también llegó a desarrollar un proyecto centrado en Kylo Ren, con el propio Adam Driver listo para retomar su papel. Sin embargo, Disney descartó la película por no tener claro cómo encajaría con el destino del personaje al final del Episodio IX.
Estos casos demuestran que el estudio sigue siendo extremadamente cuidadoso con su franquicia más valiosa. Tras los debates generados por la trilogía secuela y la fría recepción de El ascenso de Skywalker, Lucasfilm evita cualquier riesgo creativo que pueda dividir a los fans, como ya sucedió con la película de Han Solo.

Fincher en una galaxia aún posible
Aun así, no todo está perdido. El propio Fincher ha mostrado en entrevistas su admiración por el universo creado por George Lucas y ha dejado la puerta abierta a colaborar en un proyecto futuro, siempre que se le permita experimentar con libertad.
Teniendo en cuenta el reciente interés de Lucasfilm por abrir el abanico creativo con series como Andor —que comparte con Fincher ese tono más sobrio y político—, no sería descabellado imaginar al director de Zodiac explorando el lado más oscuro del Imperio o la caída de los Jedi desde un enfoque psicológico y realista.
La idea de un Star Wars dirigido por David Fincher suena tan improbable como irresistible: un retrato cínico, estilizado y humano de una galaxia marcada por el poder y la obsesión. Y aunque esta vez no haya prosperado, los fans pueden seguir soñando con que algún día Lucasfilm le dé luz verde a su particular visión del universo galáctico.



