El director creativo de Assassin’s Creed 3 revela que la saga de Ubisoft debía acabar con un juego ambientado íntegramente en el presente
El plan original
La idea era cerrar el arco con un final épico en el presente, en el que Desmond utilizara las habilidades heredadas de sus antepasados asesinos para salvar el mundo. Nada de templarios medievales ni Roma renacentista: el cierre sería contemporáneo, con Desmond tomando el control del Animus para convertirse en el asesino definitivo.
Sin embargo, el éxito inesperado de las dos primeras entregas cambió las reglas del juego. Ubisoft vio el potencial comercial de la saga y decidió alargarla antes de llegar al desenlace planeado. “El problema del éxito es que lo estira todo”, explicó Hutchinson. “Ubisoft metió dos juegos más antes de que pudiéramos acabar la historia”.
De DLC a juego completo
Aquellos dos juegos fueron Assassin’s Creed: Brotherhood y Assassin’s Creed: Revelations. El primero, de hecho, iba a ser un simple contenido descargable de Assassin’s Creed II, pero terminó convirtiéndose en una secuela completa que expandía las aventuras de Ezio Auditore. Ese giro comercial alteró por completo el calendario y la estructura de la historia.
La muerte de Desmond y el reinicio narrativo
Cuando finalmente llegó el momento de cerrar la trama de Desmond en Assassin’s Creed 3, Ubisoft apostó por un final valiente y polémico. Matar al protagonista moderno fue la forma de dar un nuevo punto de partida a la saga sin obligar a los nuevos jugadores a cargar con toda la continuidad previa.
El creativo comparó la situación con lo ocurrido en el género de estrategia en tiempo real, que se volvió demasiado técnico y acabó perdiendo a su público hasta el auge de los MOBA. Ubisoft, por tanto, decidió no repetir ese error y mantener la saga accesible para nuevos jugadores.
Un legado que se niega a morir
A pesar de la muerte de Desmond, la franquicia no hizo más que crecer. Lo que debía ser un punto final se transformó en un nuevo comienzo. Desde entonces, Assassin’s Creed ha recorrido siglos y culturas: de Egipto a Grecia, de la Inglaterra victoriana al Japón feudal.
Hoy, casi dos décadas después del primer juego, Ubisoft continúa expandiendo su universo con títulos como Assassin’s Creed Shadows, lanzado este año, que nos lleva al Japón del siglo XVI. Lo que comenzó como una trilogía cerrada se ha convertido en una de las franquicias más longevas y reconocibles del mundo del videojuego.
Desmond Miles puede haber muerto, pero su legado —y el de los Asesinos— sigue más vivo que nunca.


