El actor de Euphoria tuvo libertad total para construir a la criatura más humana del cine reciente en la nueva Frankenstein
Cuando Guillermo del Toro anunció que llevaría su propia versión de Frankenstein a Netflix, pocos imaginaron que el monstruo cobraría nueva vida de una manera tan personal. Y lo ha hecho gracias a Jacob Elordi, quien asegura haber tenido “libertad completa” para decidir cómo sería su criatura. El actor australiano, conocido por Euphoria y Saltburn, se enfrenta aquí a su papel más físico, complejo y desgarrador.
Lejos de los clichés del monstruo torpe y brutal, Elordi da vida a un ser con cuerpo de hombre pero alma infantil, un ser que aprende a moverse, hablar y sentir en un mundo que le rechaza desde su primer aliento. “Tuve completa libertad para crear al personaje como yo lo veía”, explica el actor a GamesRadar+. “Cuando leí el guion, tuve imágenes muy claras en la cabeza… luego vino el proceso práctico de aplicarlas”.
Frankenstein de Guillermo del Toro en Netflix
Para entender su papel, Elordi se sumergió en técnicas poco comunes. “Estudié butoh, una danza japonesa que explora el movimiento del cuerpo desde el sufrimiento”, confiesa. “Pasé horas moviéndome de formas raras, mirándome al espejo, probando cosas… y preguntando a otros si funcionaban. Era pura prueba y error”. Su intención era que cada gesto reflejara el dolor físico y emocional de un ser formado por partes ajenas, con una conciencia que no termina de encajar en sí misma.
El resultado, según quienes han visto avances de la cinta, es una interpretación hipnótica y trágica, en la que el monstruo no asusta: conmueve. Del Toro, maestro de los seres marginados (El laberinto del fauno, La forma del agua), vuelve a hacer del horror un vehículo para hablar de la soledad y la búsqueda de identidad.
La voz del monstruo
La experimentación no se detuvo en lo físico. Elordi también desarrolló un acento propio y fragmentado, que refleja la naturaleza remendada del personaje. “Pensé en la escena donde [Isaac] le construye”, dice. “Cuando mueve una tráquea o un órgano… ¿cómo sonaría eso? Todo tiene que tener una lógica corporal”. Este enfoque casi quirúrgico en la interpretación da al monstruo una voz tan rota como poética, un eco de todas las almas que componen su cuerpo.
El actor comparte pantalla con Oscar Isaac, que interpreta a Victor Frankenstein, el científico obsesionado con desafiar la muerte. Junto a ellos, un reparto de lujo: Mia Goth, Christoph Waltz y Charles Dance, todos bajo la dirección y el guion de un Guillermo del Toro en plena forma.
Un monstruo con corazón humano
El estreno está previsto para el 7 de noviembre en Netflix, y promete convertirse en uno de los grandes eventos cinematográficos del año. Más que una historia de terror, el Frankenstein de Del Toro es una reflexión sobre la creación, la culpa y el amor imposible entre padre e hijo. En palabras del director, “todos somos el monstruo de alguien”.
La apuesta de Netflix no solo pone a Del Toro de nuevo en el foco, sino que redefine el mito de Frankenstein para una nueva generación. Si Mary Shelley escribió sobre los límites de la ciencia, Del Toro parece hablar de los límites del alma humana.
Con esta versión, Jacob Elordi se aleja del glamour juvenil que le hizo famoso y demuestra que puede ser algo más que un rostro atractivo: un intérprete capaz de explorar el horror desde la ternura.
La criatura que una vez fue símbolo del miedo se convierte ahora en espejo de nuestra humanidad. Y eso, quizá, sea el verdadero milagro de este Frankenstein.


