Disney lo ha vuelto a hacer, Judy y Nick regresan por todo lo alto en una aventura que mezcla acción, humor y nostalgia
El regreso de Zootrópolis ha sido todo menos discreto. Nueve años después del éxito original, la ciudad de los mamíferos vuelve a la gran pantalla con Zootrópolis 2, una secuela que no solo ha logrado mantener la esencia de la primera, sino que además ha sabido reinventarse con guiños a clásicos del cine y una historia que pisa fuerte en lo emocional y lo espectacular.
En sus primeras 24 horas, la película ya había recaudado más de 44 millones de dólares, dejando claro que el público estaba hambriento de más Judy Hopps y Nick Wilde. Pero no solo ha sido un éxito en taquilla: la crítica la ha recibido con los brazos abiertos. Actualmente, cuenta con un 94% de puntuación en Rotten Tomatoes y un 95% de valoración positiva entre los fans en el famoso “Popcornmeter”.
Una secuela con referentes de culto
Lejos de tirar de piloto automático, los directores Byron Howard y Jared Bush han hecho los deberes. En entrevistas recientes, confesaron que han bebido de películas como Lethal Weapon 2, Toy Story 2 y Out of Sight para dar forma a esta continuación. La idea no era hacerla “más grande”, sino profundizar en los personajes, algo que se nota especialmente en la evolución emocional de Judy y Nick.

Además, el equipo creativo no ha escondido su amor por ciertos clásicos. La animación se inspira en parte en Robin Hood (sí, la de los animalitos con sombrero y flechas), y el tono detectivesco toma ideas prestadas de The Fugitive y True Lies. Vamos, que si vas al cine con ganas de acción, persecuciones y un poco de comedia romántica, esto te va a encantar.
la clave: el mundo interconectado de zootopia
Uno de los pilares de la película, como han señalado los creadores, es la idea de la interconexión. La ciudad de Zootrópolis no es solo un escenario visualmente impresionante, sino un lugar donde todo está diseñado para que diferentes especies vivan juntas… aunque no siempre en armonía.

Ese concepto se traslada a la historia de Zootrópolis 2, en la que una nueva amenaza pone en jaque la estabilidad de la metrópolis animal. Sin destripar nada, podemos decir que la trama lleva a nuestros protagonistas por zonas que no habíamos explorado en la primera entrega, y que lo que está en juego va más allá de resolver un simple caso: toca temas de confianza, lealtad y el peso de las decisiones pasadas.
El reparto vuelve con fuerza
Por supuesto, el corazón de la película sigue siendo la química entre Judy Hopps y Nick Wilde, con las voces de Ginnifer Goodwin y Jason Bateman. Su relación evoluciona, se tensiona y se refuerza a medida que avanza la historia, y es ese vínculo emocional el que hace que la secuela no sea solo un espectáculo visual, sino una experiencia que conecta.
Además, se incorporan nuevos personajes que aportan tanto humor como drama, y aunque no todos tengan el mismo carisma que los protagonistas, el guion sabe darles su momento de gloria sin sobrecargar la historia.

¿Merece la pena verla?
Rotundamente sí. Zootrópolis 2 no solo está a la altura de su predecesora, sino que en muchos aspectos la supera. Es más madura, más elaborada y con un ritmo narrativo que engancha desde el minuto uno. Y aunque no reinventa la rueda, sabe exactamente cómo hacerla rodar con estilo.
Los fans del cine de animación (y del buen cine en general) van a salir del cine con una sonrisa. Y si Disney mantiene este nivel para futuras entregas o spin-offs, no sería de extrañar que Zootrópolis se convierta en una de sus franquicias estrella para la próxima década.



