La Casa Blanca publica una imagen de Donald Trump como Sith y desata una galaxia de reacciones
La mezcla de política y frikismo que nadie pidió
Todo comenzó con un mensaje publicado en las cuentas oficiales del entorno de Trump, en el que se podía leer:
“Feliz 4 de mayo a todos, incluidos los Lunáticos de la Izquierda Radical que luchan con tantas ganas por traer de vuelta a los Sith Lords… a nuestra galaxia.”
¿Ignorancia o provocación?
Los fans de Star Wars no han tardado en señalar el epic fail de la imagen: solo los Sith usan sables rojos, y estos no se obtienen en cualquier tienda galáctica. En el canon oficial, se crean “sangrando” un cristal Kyber, un acto que requiere canalizar odio, ira y miedo. Vamos, todo lo contrario a los valores que uno esperaría de un líder… salvo que el líder se declare enemigo de la “izquierda radical”, claro.
El mensaje no ha sido neutro, ni mucho menos. Al comparar a la izquierda con el Imperio Galáctico, el texto convierte una broma friki en una declaración política envuelta en cosplay.
El debate está servido, y no solo entre fans
En este escenario, muchos fans de la saga han aprovechado para recordar que Star Wars nunca ha sido apolítica. Desde su creación, la historia ha abordado temas como el autoritarismo, la corrupción y la resistencia civil. De hecho, George Lucas se inspiró en regímenes reales para construir al Emperador Palpatine y su Imperio.
¿Es entonces acertado convertir a un expresidente en un personaje del Lado Oscuro? La respuesta, como todo en estos tiempos, depende del color con el que mires la galaxia.
Star Wars sigue más viva que nunca
Mientras tanto, Lucasfilm no ha soltado ningún bombazo este 4 de mayo, pero las novedades están a la vuelta de la esquina. Kathleen Kennedy se prepara para dejar su cargo, algo que muchos fans celebran como el inicio de una nueva etapa.
Una celebración con más sombra que luz
Este Día de Star Wars ha demostrado que el frikismo puede ser una herramienta poderosa, tanto para unir como para polarizar. La imagen de Trump como Sith ha generado reacciones apasionadas, risas nerviosas y algún que otro “esto no es el camino”.