La resurrección de Dragon Ball casi nos deja una historia tenebrosa hasta que ocurrió algo que lo cambió todo
La versión oscura que nunca llegó
En esa historia alternativa, Beerus era el responsable de haber corrompido a los Saiyans, convirtiéndolos en la raza violenta que conocemos. En lugar de ser una amenaza para el universo por su poder, su villanía era moral: manipulaba y destruía desde dentro. La idea original era que incluso los amigos y la familia de Goku serían corrompidos, forzando al héroe a enfrentarse a los suyos en un contexto mucho más dramático.
Y si te preguntas cómo encajaba ahí el Super Saiyan God… pues tampoco tenía nada que ver con lo que vimos. En ese primer borrador, Goku adoptaba una forma más “heroica” en el sentido clásico: con capa, pelo gigante al estilo SSJ3 o 4, y una musculatura más exagerada. Vamos, algo más cercano a un Superman que al diseño minimalista que finalmente vimos.
Lo que cambió la mente de Toriyama
Así fue como nació el Beerus que conocemos hoy: excéntrico, poderoso, pero también adorable y hasta divertido. La narrativa se transformó en una aventura ligera con humor, acción y toques entrañables, mucho más cercana al Dragon Ball clásico de Goku niño que al dramatismo de Z.
Fue una elección con corazón… y también con visión. Gracias a este cambio, Battle of Gods se convirtió en el primer paso de un resurgimiento global que no ha parado desde entonces. Y es que si algo aprendimos de esa decisión, es que Dragon Ball siempre ha brillado más cuando abraza su lado más lúdico.
¿Y si hubiéramos tenido la versión oscura?
Aunque la historia final fue un éxito, no deja de ser interesante imaginar lo que habría sido Battle of Gods si Toriyama no hubiera intervenido. Una versión más adulta, dramática y centrada en la lucha contra el mal interior, al estilo de otras obras como Evangelion o Berserk. Quizá esa otra película habría gustado a los fans más veteranos… pero también habría cerrado la puerta a una nueva generación de seguidores.
El legado de battle of gods en el universo DB
Aunque muchos fans sueñan con historias más maduras y violentas, como las que vimos en algunos momentos de DBZ, lo cierto es que Battle of Gods redefinió el tono de la franquicia en el siglo XXI. Y todo gracias a que Toriyama decidió que era mejor reír, compartir y disfrutar, que recrearse en la tragedia.