Un villano creado hace más de una década se convierte en el corazón de la película
El universo digital de Tron siempre ha tenido un aire de misterio. Desde que Tron: Legacy se estrenó en 2010, los fans han esperado con impaciencia una nueva incursión en la Red. Ahora, tras casi quince años de rumores, reescrituras y proyectos cancelados, Disney prepara el estreno de Tron: Ares con una sorpresa inesperada: un elemento del guion original de 2011 ha sobrevivido hasta hoy y se ha convertido en la pieza central de la historia.
Lo más curioso es que ese detalle viene firmado por David DiGilio, guionista que muchos conocen ahora por ser el showrunner de The Terminal List. En su momento, DiGilio fue contratado para dar forma a una secuela directa de Legacy, centrada en Sam Flynn y Quorra. Aquella película nunca vio la luz, pero un personaje que ideó entonces, Ares, ha terminado dando título y rumbo a la nueva entrega.
Tron Ares
El propio DiGilio ha explicado que Ares nació como villano en su borrador inicial, pero que con el tiempo se transformó en el protagonista. En palabras del escritor: “Cuando supe que la película se llamaba Tron: Ares, entendí que ese era el personaje que yo había creado. Y que Jared Leto, que ya estaba vinculado al proyecto, lo interpretaría”.
Lo que en principio era un antagonista se ha reconvertido en el eje narrativo de una historia que mantiene intacto su núcleo: la lucha de las corporaciones por llevar formas de vida digital al mundo real. Aunque los actores de la cinta anterior ya no forman parte del reparto, la esencia del conflicto creado hace más de una década permanece.
Un guion que sobrevivió al tiempo
En un proceso que duró más de diez años, Tron: Ares pasó por las manos de numerosos guionistas. Como suele ocurrir en Hollywood, eso desembocó en un arbitraje de créditos dentro del Sindicato de Guionistas (WGA). El resultado fue que DiGilio recibió un merecido “story by” junto a Jesse Wigutow, guionista principal del filme. Para él, lo mejor de todo fue comprobar cómo la estructura fundamental seguía ahí, incluso aunque los rostros protagonistas hubieran cambiado.
Este tipo de supervivencia creativa es rara en la industria, donde la mayoría de ideas iniciales suelen diluirse. Aquí, en cambio, el ADN original de 2011 sigue vivo, lo que da a la película un sabor distinto: no solo es un estreno de 2025, también es un puente directo con los sueños de aquel proyecto nunca realizado.
La espera de los fans
La franquicia Tron siempre ha jugado con un aura de culto. La cinta original de 1982 fue pionera en el uso de efectos digitales y, aunque no arrasó en taquilla, se convirtió en referente visual y narrativo. Tron: Legacy llegó casi treinta años después con una estética espectacular y la inolvidable banda sonora de Daft Punk. Ahora, con Tron: Ares, los seguidores esperan una combinación entre la nostalgia por la saga y un enfoque renovado.
Que un personaje concebido en 2011 haya llegado hasta hoy es una muestra de lo que la franquicia significa para Disney: no una simple secuela, sino un laboratorio de ideas futuristas. La pregunta es si esta vez logrará conectar con un público más amplio o volverá a quedar en el terreno del culto digital.
Un estreno marcado en rojo
La cita está fijada: 10 de octubre de 2025. Ese día, después de años de incertidumbre, Tron: Ares aterrizará en los cines con Jared Leto al frente y con un nuevo elenco que promete expandir la mitología del Grid. Para quienes vivieron la espera desde Legacy, será un acontecimiento especial; para quienes se acerquen por primera vez, puede ser la puerta de entrada a un mundo donde lo virtual y lo real se confunden de manera inquietante.
Lo que queda claro es que, a pesar de tantos cambios creativos y retrasos, el espíritu de aquel guion perdido nunca desapareció. Y esa fidelidad a una visión original podría ser la clave para que la saga brille de nuevo.
