Metrópolis “la ciudad del mañana” cuenta la prisión de la isla Stryker, donde los criminales cumplen su pena, sabiendo que si escapan, no solamente estará la policía y los alguaciles tras sus pasos, sino que Superman puede incluso desbaratar su intento de fuga
Metrópolis es una de las ciudades más prósperas y pobladas del Universo DC, que cuenta con un alienígena como guardián –Superman-, un periódico, el Daily Planet, que tiene a una de las mejores periodistas de investigación del mundo: Lois Lane y es sede de Lexcorp, la gran empresa perteneciente a Lex Luthor.
Como toda gran ciudad, aunque ficticia, ha tenido desastres, pero los equipos de emergencia municipales están preparados para poder hacer frente a los diferentes riesgos que se den en “la ciudad del mañana”, sean de origen natural, provocados o incluso procedentes del espacio exterior. Del mismo modo, puede activarse todo el aparato judicial, comenzando con una investigación policial que termine en una sentencia dictada por un juez, por la que el condenado sea internado en una prisión del Universo DC.
La isla de Stryker
Esta isla se encuentra ubicada en el río occidental de Metrópolis, el West River, concretamente entre New Troy y Queensland Park. En sus terrenos está edificado el Centro Correccional de Máxima Seguridad de la Isla Stryker, una de las prisiones más antiguas de los EE. UU., sus primeras instalaciones datan de después de la Guerra de Secesión (1861-1865) y, a su vez, una de las más duras para los internos.
Desde la antigüedad, los pobladores nativos de la zona evitaban esta isla, a la que atribuían la existencia de seres no tangibles que denominaban “habladores suaves”, quienes habitaban en las sombras de los bosques, asegurando que un toque de estos seres podía convertir a un ser humano en un simplón, siendo completamente incapaz de recordar su nombre o reconocer el rostro de su pareja.
Los primeros habitantes de la isla de Stryker eran deudores, que una vez condenados se establecían en la isla para trabajar en las pequeñas granjas municipales hasta que produjeran suficientes cultivos para pagar sus deudas. En el caso de Jebediah Stanton, el castigo significó vivir el resto de su vida en la isla ayudando, en ocasiones, a construir los primeros edificios de lo que algún día se conocería como Stryker’s House, un establecimiento penitenciario para los delincuentes de Metrópolis.
Desde su fundación, la prisión de Stryker ha sido el hogar de decenas de miles de delincuentes, desde los más dóciles, como Edward Robinson, que irrumpió en casas de mujeres solteras para robarles los zapatos y había acumulado más de 20.000 pares cuando fue detenido por las autoridades; hasta los infames, como Deathstroke y otros villanos, que son aprehendidos en Metrópolis.
La prisión, como muchas en Estados Unidos, está continuamente superpoblada, a menudo con cuatro prisioneros compartiendo una habitación diseñada para dos reos. Como lo han demostrado los informes de investigación del Daily Planet y WGBS, los efectos del hacinamiento son peores a la hora de comer, con el llamado turno C de prisioneros cenando a las 10:00 p.m. debido a las condiciones de saturación del comedor.
El ayuntamiento de Metrópolis ha intentado abordar el problema del hacinamiento en la prisión de Stryker, pero sus opciones son limitadas. De hecho, el gobierno municipal de la ciudad del mañana se muestra reacio a aplicar programas de cumplimiento externo de justicia penal, comunes en otras ciudades, debido al riesgo que estos delincuentes representan para la población en general.
Instalaciones
La prisión de Stryker tiene 2.456 celdas diseñadas para albergar a dos prisioneros cada una, es decir, un máximo de 4.912 reos. Esta prisión cuenta con diferentes muros que delimitan su perímetro exterior y hace más fácilmente controlables a los internos, así como otros elementos de seguridad activos y pasivos, tanto físicos como electrónicos, junto con personal de seguridad del Departamento de Prisiones de Metrópolis -450 agentes-.
Según el Daily Planet, pese a que los diferentes alcaides no han confirmado o refutado esa información, la prisión tiene 108 salas de aislamiento enterradas en la propia isla. La ubicación de algunas de las celdas de aislamiento fue revelada durante una investigación tras la muerte por derrumbe y ahogamiento de cuatro prisioneros en régimen de aislamiento.
La conexión desde la ciudad con la isla se realiza fluvialmente, partiendo las embarcaciones -ferris- cada hora en punto desde la estación del 14º Precinto municipal, ubicada al final de Fairchild Street, en New Troy. Las últimas embarcaciones salen de la isla de Stryker a las 20:00 horas.
Mitos y rumores de la prisión de Stryker
Como si de la mitología de Gotham se tratase, con su omnipresente Tribunal de los búhos, la prisión cuenta con rumores e historias propias, que no han sido confirmadas por ningún investigador o han sido claramente desmontados por periodistas locales. Seguramente, esta mitología carcelaria se extienda para evitar el mal comportamiento de sus internos o los intentos de fuga.
De los rumores más famosos que se dicen de la prisión de Stryker, hay uno que afirma que existe un túnel excavado bajo el West River hasta Queensland Park, otro que la soga del verdugo se expone en el comedor, que en la celda 0001 aún pueden verse los huesos de Jebediah Stanton acostados en una litera.
Otros mitos que se encargan de propagar sobre la prisión es que existen rejas electrificadas en las celdas de los presos del turno C, hay símbolos ocultos tallados en el suelo de la capilla de la prisión, e incluso que existe un escondite secreto de Superman debajo de la isla Stryker.
Los periodistas sí que pudieron confirmar que el único hombre que escapó de Stryker y sobrevivió, como en la famosa Alcatraz de la bahía de San Francisco, fue Anthony Anicetti, cuyos efectos personales aún se guardan por si, en el improbable caso, este volviese a prisión después de un siglo de fuga.
Sí que existe un túnel entre las paredes de la prisión desde el cuarto piso hasta el suelo y hacia el West River, el cual fue excavado para poder llegar a la caseta de vigilancia cerca de la puerta principal. Del mismo modo, la horca usada antaño por los verdugos se mantiene erigida en el patio de ejercicios de la prisión, simplemente como un vestigio histórico de la prisión.